COMUNICADO DE PRENSA

América Latina y el Caribe: Con dinámico crecimiento absorbió el impacto social de la crisis

Octubre 06, 2010




WASHINGTON, 6 DE OCTUBRE, 2010 – América Latina y el Caribe (ALC) absorbió el impacto social de la crisis global desencadenada en 2008, al lograr interconectarse sólidamente a los mercados de Asia emergente, generando un crecimiento de entre 5 y 6 por ciento en 2010, manteniendo las redes de protección social y una perspectiva de crecimiento para 2011 que se sitúa en un piso del 4 por ciento.

 

Según el informe “Globalizada, resistente, dinámica: La nueva cara de Latinoamérica y el Caribe”, producido por el Economista Jefe para ALC del Banco Mundial, Augusto de la Torre,  la región evidenció una notable capacidad para resistir el embate de la crisis, cuya duración fue corta, comparada con lo ocurrido en otras regiones, incluyendo las naciones desarrolladas. Ello se debe a las sólidas políticas en el ámbito macroeconómico, fiscal y financiero”.

 

Entre 2002 y 2008, la región logró que 60 millones de latinoamericanos dejaran la pobreza. Tras la crisis, estimaciones iníciales situaron el impacto de ésta en 10 millones de nuevos pobres. Empero y según cifras del Banco Mundial, en 2009 el número de personas en pobreza moderada (US $4.00 al día) creció en 2.1 millones en relación al 2008, para totalizar 168.3 millones, en tanto que los latinoamericanos en pobreza extrema (US $2.5 al día), aumentaron en 2.5 millones, para sumar 85.9 millones.

 

Sin embargo, en 2010 ALC pudo absorber el aumento temporal de los índices de pobreza. En efecto, proyecciones para 2010 indican que 7 millones de personas abandonarán la pobreza y que 6 millones más dejarán la pobreza extrema, con lo que la región volverá a los niveles pre-crisis, como resultado de la  capacidad y velocidad con la que los gobiernos reaccionaron y aplicaron medidas para mitigar el impacto social de la crisis.

 

El mercado laboral también supo resistir. Hace un año, las previsiones indicaban que 3.5 millones de personas se quedarían sin empleo, no obstante las estimaciones para 2009 señalan que el número de desempleados se incrementó en alrededor de 2 millones de personas en la región. El aumento del desempleo en ALC fue menor que el registrado en otras regiones como Europa y Asia Central (ECA) y ligeramente superior al que mostraron los “tigres asiáticos”.

 

De acuerdo con de la Torre, la resistencia de ALC frente a la crisis –esto es, su capacidad de aguantar el shock externo inicial, de conseguir una recuperación rápida y sólida, y de aplicar políticas contra cíclicas en los buenos y en los malos tiempos—, refleja el progreso continuo que los países de la región han tenido en las últimas décadas para reforzar la inmunidad del sistema macro-financiero. 

 

La resistencia de la región se debe en parte a que los países financieramente más  integrados a los mercados globales —Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú (LAC-6) — y Uruguay, pudieron sortear la crisis pese a haber estado más expuestos al shock financiero. “Se trata de una revolución silenciosa en la que América Latina ha generado una gestión financiera que no amplifica el shock, sino que lo amortigua”, dijo de la Torre.

 

La resistencia —agregó de la Torre— también se debe a la creciente conexión de ALC con los países emergentes de Asia y con China (especialmente los sudamericanos,  así como Costa Rica y Panamá). Estas economías, principalmente la china, se han convertido en un motor de crecimiento para la región no sólo por su lazos directos a través de la demanda creciente de materias primas agrícolas y minerales, sino que indirectamente por el impacto que China tiene sobre los mercados internacionales de materias primas que abundan en ALC.

 

En el marco de las Reuniones Anuales del Banco Mundial de la Torre explicó que en este nuevo milenio ALC se ha movido hacia una  forma más segura de integración financiera internacional, mediante la cual la región se volvió acreedor neto del resto del mundo en contratos de deuda, mientras que aumentó de manera significativa su posición de deudor neto de contratos de valores de renta variable, particularmente a través del flujo de capital extranjero que con niveles de 12%, ya supera los de 2007, un récord histórico.

 

De la Torre dijo que la fase de recesión del ciclo económico en ALC fue de entre nueve y once meses, pero ésta tuvo una duración promedio más corta que la de las economías de ingreso alto. La región ha emergido sólida de la crisis y para el 2010, su Producto Interno Bruto (PIB) estará por encima de los niveles de 2008; en tanto que el de otras regiones como (ECA) será 1.7% menor que antes de la crisis.

 

En la etapa de recuperación, ALC ha mostrado signos de resistencia que han permitido a algunos países restablecer el crecimiento a tasas comparables a los tigres asiáticos. Argentina, Brasil y Perú podrán registrar este año un crecimiento de alrededor de 7.5%; Uruguay y Paraguay de 6.1% (por encima del promedio regional); en tanto que Chile, Colombia, República Dominicana, México y Panamá mostrarán un crecimiento robusto en un rango de 4-5 por ciento.

 

En contraposición al pasado, la crisis global también encontró a los países de ALC con el espacio y la credibilidad necesaria para ejecutar políticas monetarias y fiscales contra cíclicas, lo que les permitió mitigar parcialmente el shock global. Algunos países de la región tuvieron la capacidad no sólo de reducir las tasas de interés nominales (especialmente en los casos de países con esquemas de meta de inflación como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú), sino también de incrementar el gasto público en términos reales, el cual se destinó en gran parte a programas sociales y de infraestructura.

 

De acuerdo con el estudio, los factores que usualmente solían amplificar los choques externos —monedas débiles, procesos fiscales insostenibles, sistemas bancarios frágiles, etc — fueron revertidos y ayudaron a mitigar el impacto. Por primera vez en décadas, varios países de la región fueron capaces de implementar políticas contra cíclicas fuertes, particularmente en política monetaria. Los países de ALC evitaron crisis financieras en casa y están saliendo de la crisis con posiciones fiscales y de deuda favorables.

 

Sin embargo, de la Torre alertó que pese a que los sistemas inmunitarios de los países de la región sortearon la crisis, no es posible garantizar que ante una nueva crisis respondan de la misma manera.  Por ello, la resistencia del marco macroeconómico y financiero en el largo plazo no puede ser establecida de forma concluyente. 

 

ALC no está aislada de la economía mundial. Una parte de los riesgos a los que se enfrenta la región está asociada con el futuro de los de los países ricos, que presentan un escenario de tímido crecimiento pautado por incertidumbres. El reporte señala que la coordinación global de las políticas macroeconómicas es importante para minimizar los riesgos para la región y los países emergentes.

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COMUNICADO DE PRENSA N.º
2011/122/LAC

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