Desafío
La eficiencia y la productividad del sistema urbano colombiano son considerados componentes esenciales en la transición del país de una sociedad de ingreso mediano y basada en los commodities, a una economía de mayor ingreso con base en el conocimiento y las manufacturas. La gestión eficiente de las ciudades y áreas urbanas colombianas es reconocida como un factor fundamental para reducir la pobreza y la desigualdad. Si bien las tasas de pobreza son más elevadas en áreas rurales, la mayoría de colombianos en situación de pobreza vive en áreas urbanas. En 2013, aproximadamente 7 de cada 10 colombianos en dicha condición vivía en un área urbana (divididas en metropolitanas, medianas y pequeñas), mientras que 6 de cada 10 se encontraban en el 40% más pobre de la distribución de ingreso nacional. En Colombia 77% de sus habitantes vive en ciudades donde el desempleo llega a un 12%. Debido a esto, las políticas orientadas a mejorar la productividad y las condiciones de vida en las ciudades del país tienen el potencial —al enfocarse en áreas urbanas— de contribuir de manera significativa y a escala nacional, a un mejoramiento de la prosperidad compartida y en reducción de la pobreza.
Enfoque
Los Préstamos para Políticas de Desarrollo (Development Policy Loans, DPL) para Ciudades Productivas y Sostenibles constituyeron una herramienta innovadora para ser utilizada en sectores de desarrollo urbano y transporte que eran tradicionalmente dependientes de las inversiones. El DPL fue elegido como herramienta de financiamiento porque puede brindar al gobierno un respaldo financiero flexible y promover las reformas sectoriales necesarias para acelerar la inversión y reducir las externalidades negativas de la vida urbana (entre ellas contaminación, congestión y falta de vivienda asequible). A los DPL se les considera complementarios a los servicios de conocimiento y cooperación para la asistencia técnica.
El informe “Reseña de la Urbanización en Colombia: Ampliando los Logros de la Transición Urbana”, publicado por el Banco Mundial en 2012, otorgó al gobierno un lineamiento claro para maximizar la eficiencia de su gobernanza urbana, mientras que el análisis de diagnóstico del propio informe fue un aporte directo al Plan Nacional de Desarrollo 2014–2018. Asimismo, cada una de las políticas respaldadas por el proyecto fue complementada con un trabajo analítico bajo el Enfoque Programático para Ciudades Sostenibles y Productivas.
Con el uso de un número de servicios de conocimiento y convocatoria, el Banco apoyó la elaboración del Decreto Cargos por Congestión y el documento normativo de cuarta generación del Consejo Nacional de Política Económica y Social. Del mismo modo, el Mecanismo Global para la Reducción del Riesgo ante Desastres Naturales del Banco apoyó al Ministerio Vivienda, Ciudad y Territorio (MVCT) colombiano mediante la elaboración, validación y divulgación de una metodología estandarizada para el Inventario Nacional de Asentamiento en Áreas de Alto Riesgo. Estos programas contribuyeron a reducir el déficit de viviendas asequibles. Por último, los estudios del Banco sobre acceso a vivienda asequible ejecutados junto al Programa de Interés Social Macroproyectos, determinó las limitaciones de oferta y demanda que contribuyen al reiterado déficit de vivienda en Colombia.