En las últimas tres décadas, Costa Rica experimentó un notable progreso social y económico, con duplicación del ingreso per cápita e indicadores de bienestar a niveles comparables con los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, hoy el país se recupera de la mayor recesión económica de su historia causada por la pandemia. Es el momento para repensar el futuro e introducir reformas estratégicas que beneficien con más oportunidades económicas y prosperidad a las generaciones actuales y futuras.
El Banco Mundial presenta un reporte que identifica las áreas donde las reformas de políticas podrían ayudar a impulsar la productividad y el crecimiento, entre éstas: infraestructura, innovación, financiamiento, marco legal y transparencia. También se debe aumentar la participación laboral de las mujeres con políticas educativas y de mercado que eliminen barreras; y diversificar la oferta exportadora hacia productos con mayor valor agregado y dirigidos a más destinos.
Le invitamos a conocer los principales hallazgos y recomendaciones del reporte “Desatando el potencial de crecimiento de Costa Rica”.