ARTÍCULO

Valoración económica de los océanos

Febrero 23, 2012


TITULARES
  • Hay 405 zonas muertas en el mundo, las cuales cubren 246.048 kilómetros cuadrados de océano, un área aproximadamente del tamaño de Nueva Zelandia.
  • En los últimos 30 años, se ha perdido casi un 35% de manglares.
  • Del 1% al 3% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono podría ser atribuido a la destrucción de los humedales costeros.

La marisma Muthurajawela, ubicada en Sri Lanka, es más que un refugio para aves migratorias, monos, varanos acuáticos y personas. La marisma de agua salada es un amortiguador natural que previene inundaciones. La protección que brinda a las ciudades aledañas se calcula en US$5 millones al año, de acuerdo a un estudio de 2002 que propuso mayores esfuerzos conservacionistas. Datos como este, que permiten vislumbrar el valor económico de los fenómenos naturales, no se presentan con frecuencia.

Los presupuestos y planes que realizan los Gobiernos rara vez mencionan los beneficios que proporcionan los humedales de agua salada, arrecifes de coral, manglares o el océano mismo. Como resultado de tales omisiones, durante décadas han ocurrido daños ambientales y pérdidas económicas, que salen a la luz solamente cuando el mal está hecho.

Algunos ejemplos: debido a la contaminación hay 405 zonas muertas en el mundo, las cuales cubren 246.048 kilómetros cuadrados de océano, un área equivalente al tamaño de Nueva Zelandia. En los últimos 30 años se ha perdido el 35% de los manglares, por ello las áreas costeras tienen ahora menos protección contra las tormentas. Del 1% al 3% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono podría ser atribuido a la destrucción de los humedales costeros.

Actualmente, un mayor número de científicos, economistas y Gobiernos quieren asignar un claro valor monetario a los servicios vitales que brindan los océanos, para así prevenir errores costosos como los ya mencionados.

Hacer olas

Al frente de estos esfuerzos se encuentra la Alianza Mundial de la Contabilidad de la Riqueza y Valoración de los Servicios de los Ecosistemas (WAVES, por sus siglas en inglés), conformada por países desarrollados y en desarrollo, organismos internacionales tales como el Banco Mundial y agencias de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y académicos.

WAVES está poniendo a prueba la contabilidad de la riqueza — un método científico para valorar recursos y servicios naturales — en Botswana, Madagascar, Costa Rica, Colombia y Filipinas. Su objetivo es mejorar la información disponible para los responsables de tomar decisiones en los ministerios de Finanzas y Planificación, o en bancos centrales, para alcanzar un desarrollo sostenible mientras se reduce la pobreza.

“Los países están perdiendo un gran valor económico con la destrucción ambiental de sus recursos oceánicos”, dice Mary Barton-Dock, directora de Medio Ambiente del Banco Mundial, uno de los asociados de WAVES. "La buena noticia es que los Gobiernos tienden más a apreciar su capital natural y a tomar esos valores en cuenta. A través de WAVES, y de otras iniciativas, estamos averiguando cómo llevar esto a cabo”.

Descubrir el poder de la preservación

Las naciones costeras e isleñas y los archipiélagos se están dando cuenta de que preservar los arrecifes de coral, por ejemplo, brinda beneficios económicos. El ecoturismo en arrecifes es un negocio que genera actualmente US$9.000 millones a nivel mundial. Algunos países, como Guinea-Bissau y Costa Rica, se han inspirado en el éxito del ecoturismo para incluir la conservación de arrecifes y la planificación costera en sus estrategias económicas.

“Todos sabemos que la biodiversidad es esencial para nuestro bienestar y desarrollo”, declaró Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica, en diciembre de 2011. “Estoy comprometida a desarrollar una estrategia nacional para asegurar la salud sostenible del ambiente marino, al mismo tiempo que se mejora la calidad de vida de nuestra población”.

WAVES se basa en una década de avances en contabilidad de la riqueza para calcular los valores de los océanos (por ejemplo los activos pesqueros y el ecoturismo) y está ahora desarrollando métodos para evaluar los ecosistemas oceánicos como protectores contra desastres naturales, almacenamiento de dióxido de carbono, entre otras opciones.

En Filipinas se implementó la contabilidad de recursos en la década de 1990 y principios del año 2000. Recientemente fue reactivada bajo los auspicios del Plan de acción sobre cambio climático y el más amplio Plan de desarrollo del país. Este plan hace hincapié en reformas gubernamentales que abarcan medidas transparentes y científicas para la toma de decisiones, mientras se busca un crecimiento inclusivo y sostenible que tenga como fin conservar, proteger y rehabilitar los recursos ambientales y naturales.

WAVES Filipinas contempla los costos ocasionados por la pesca destructiva, derrames de petróleo, blanqueamiento de arrecifes coralinos y mareas rojas. La disponibilidad de información es primordial. “Estos [daños] pueden evaluarse debido a que existen estudios técnicos locales”, declara Marian S. Delos Angeles, economista superior en Medio Ambiente del Banco Mundial.

 


" Estoy comprometida a desarrollar una estrategia nacional para asegurar la salud sostenible del ambiente marino, al mismo tiempo que se mejora la calidad de vida de nuestra población "

Laura Chinchilla

Presidenta de Costa Rica

Necesidad de un esfuerzo conjunto

Marian S. Delos Angeles agrega que la contabilidad de la riqueza para los océanos requiere de una colaboración cercana entre científicos y economistas. Por ejemplo, biólogos marinos han elaborado listas de peces cuya subsistencia depende de corales, manglares y  praderas marinas; por otro lado, químicos marinos han estudiado los efectos de la polución térmica y el calentamiento de los mares.

El propósito principal es comprender mejor la manera en que el océano aporta al bienestar local y global, valorando apropiadamente esta contribución. Y un mejor método de contabilidad de la riqueza permitirá darle mayor impacto a dicho objetivo. “Lo bueno de la contabilidad es que esta te obliga a mirar la realidad. Así, no te quedas solamente con una visión romántica de todo”, expresa Delos Angeles.

La Alianza Mundial a favor de los Océanos es una asociación que reúne a cada vez más Gobiernos, organizaciones internacionales y grupos de la sociedad civil y del sector privado comprometidos con combatir las amenazas a la salud, la productividad y la capacidad de resistencia de los océanos del planeta.

 

 


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