COMUNICADO DE PRENSA

Declaración del presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim

Julio 02, 2012




Tengo el honor de asumir la presidencia del Grupo del Banco Mundial. Lo hago en un momento fundamental para la economía mundial y definitorio para el Banco Mundial como institución.

La economía mundial sigue siendo sumamente vulnerable. Tenemos que fortalecer la confianza en los mercados y dentro del sector privado, y lograr que los ciudadanos tengan más confianza en que nuestro sistema económico y nuestras políticas en esa esfera pueden generar un crecimiento económico más sostenible, justo e inclusivo.

Como institución de desarrollo de alcance mundial, el Banco tiene el imperativo económico y moral de ayudar a hacer frente a los riesgos a los que está expuesto el crecimiento mundial, surjan donde surjan. Una economía mundial vigorosa beneficia a todos los países; una economía mundial débil hace vulnerables a todos los países. Es urgente que los países europeos adopten todas las medidas necesarias para restaurar la estabilidad, porque las medidas que adopten repercutirán sobre el crecimiento en todas las regiones del mundo.

En los próximos meses mantendré estrecho contacto con clientes y asociados y con mis colegas del Grupo del Banco para evaluar los desafíos que se avecinan y lograr que la estrategia del Banco respalde adecuadamente la labor tendiente a satisfacer las necesidades de los países miembros de nuestra institución.

Sin embargo, varias prioridades de nuestra labor ya son claras.

Mi prioridad inmediata consistirá en intensificar los esfuerzos que realiza el Banco Mundial para ayudar a los países en desarrollo a seguir avanzando en la lucha contra la pobreza en este período de volatilidad.

Trabajaré con los clientes y asociados del Banco para tener la certeza de que estemos creando un nuevo mecanismo de prevención económica que proteja contra las perturbaciones a la población de los países en desarrollo. Mi labor en comunidades pobres de todas partes del mundo me enseña que carecer de una red de protección cuando sobreviene una crisis puede generar efectos devastadores. Antes y después de la crisis financiera mundial el Banco Mundial incrementó considerablemente el financiamiento que otorga. Debemos seguir creando mecanismos más eficaces y sostenibles para que los ciudadanos dispongan de protección básica en materia de ingresos, así como acceso a la educación, al cuidado de la salud y a la energía, lo que también es crucial para fortalecer la demanda interna, pues cuando las personas disponen de una seguridad básica están en condiciones de actuar en forma creativa y aprovechar todo su potencial.

Aunque la gestión a corto plazo de la crisis y la protección social constituyen, naturalmente, un motivo de preocupación en los tiempos que corren, debemos hacer uso de las oportunidades que nos aguardan más allá del horizonte. Pese a la inestabilidad reinante, debemos recordar que el mundo dispone de un acervo sin precedentes de recursos, conocimientos y experiencia. Si la comunidad internacional puede usarlos eficazmente, en una generación podremos alcanzar metas que durante siglos han sido un sueño distante. Podemos reducir la pobreza a niveles jamás vistos anteriormente e inaugurar una era en que la mayor parte de la población del planeta forme parte de una clase media mundial y goce de mejores condiciones de vida y mayores oportunidades. Podemos ayudar a crear —en especial en África— la próxima generación de mercados emergentes, que impulsará la demanda y el crecimiento mundiales. Podemos acelerar el advenimiento de un crecimiento inclusivo y el progreso social en lugares en que el desarrollo aún no ha echado raíces.

El Banco Mundial se encuentra en condiciones singularmente apropiadas para ayudar a los países a crear estrategias de desarrollo a más largo plazo a través del financiamiento, los conocimientos y la experiencia técnica que puede aportar. La institución seguirá trabajando en asociación con los países para realizar acertadas inversiones en personas, infraestructura e instituciones, en forma sostenible y sólida desde el punto de vista fiscal. A través de IFC y del MIGA seguiremos respaldando el papel catalizador del sector privado, que es la fuente de casi el 90% de los puestos de trabajo del mundo. Basándose en la experiencia de sus accionistas de todo el mundo, el Banco Mundial puede intermediar en la obtención de soluciones para problemas transnacionales.

La fe y la confianza públicas son activos invalorables para Gobiernos e instituciones. El Grupo del Banco ya está promoviendo activamente la transparencia en la esfera de las finanzas públicas y fortaleciendo el buen gobierno, en lo que constituye un ámbito de participación cada vez más importante, porque promueve confianza y favorece la adopción de decisiones entre los inversionistas, las empresas y los hogares.

Creo que los mejores días del Banco Mundial aun están por venir. El éxito económico de las economías de mercados emergentes, el aumento del poder ciudadano orientado por los jóvenes y la penetración sin precedentes de nuevas tecnologías son un desafío para los viejos paradigmas del desarrollo. Merced a la orientación impartida por Bob Zoellick, el Banco ha avanzado hacia la meta de convertirse en una institución más abierta y se ha encaminado hacia la consecución de un innovador programa de modernización. Fortalecer su liderazgo como la más prominente institución de desarrollo hará que siga adaptándose a un mundo que está experimentando profundos cambios.

Juntos, con viejos y nuevos asociados, promoveremos una institución que dé eficaz respuesta a las necesidades de sus variados clientes y donantes; brinde resultados más contundentes que favorezcan un crecimiento sostenido y ayuden a los gobiernos a hacerse más responsables ante los ciudadanos; dé más prioridad a las soluciones basadas en pruebas que a las ideologías; capte y atraiga a las personas más talentosas; amplíe la participación de los países en desarrollo, y aproveche el conocimiento técnico y la experiencia de las personas a quienes servimos.

Un aspecto cardinal de mi responsabilidad, en los próximos cinco años, consistirá en lograr que las virtudes que distinguen al Banco estén en consonancia con las necesidades de un mundo en transformación y en transición.

Contactos para medios de comunicación
En Washington
David Theis
Teléfono: 202-458-8626
dtheis@worldbank.org

COMUNICADO DE PRENSA N.º
2012

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