En El Alto, una de las ciudades de mayor población indígena de Bolivia, el 70% de sus habitantes se autodefinen como clase media. ¿Pero qué es ser clase media en Bolivia?
El país andino, que históricamente ha sido uno de los más desiguales de la región, ha podido sacar de la pobreza al 50% de su población en los últimos 10 años. Pero aún no llegan a ser clase media. Su situación de “vulnerabilidad” los pone en riesgo de volver a retroceder, por lo que el desafío es que esa mitad de los bolivianos dejen de ser definitivamente pobres.
En América Latina el fenómeno de ascenso socioeconómico se dio de la clase “vulnerable” a la clase media con una cifra sin precedentes: 50 millones de personas; en Bolivia el movimiento fue de 1 millón de personas que pasaron de ser “vulnerables” y ya son clase media.
Los datos fueron divulgados durante la presentación del reporte “La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina” por el economista Jefe del Banco Mundial para América Latina y El Caribe, Augusto de la Torre, en un evento organizado junto con la CAF en La Paz.
“Tanto la salida del grupo de pobres hacia el de los vulnerables, como del grupo de vulnerables hacia el de los de la clase media, tuvo que ver con el crecimiento económico de los países, la bonanza exterior (precios favorables de las materias primas) y también con la asistencia social o transferencias condicionadas de parte de los gobiernos, todo esto tuvo impacto en subir el ingreso de los pobres”, afirmó de la Torre.
Según el estudio, la clase pobre está identificada por un ingreso de 1 a 4 dólares diarios por persona, la clase “vulnerable” de 4 a 10 dólares y la clase media de 10 dólares en toda América Latina, pero de acuerdo al ajuste del dólar en cada país.
El vicepresidente de Bolivia Alvaro García Linera, coincidió en que las políticas de asistencia social tuvieron un rol importante en estos movimientos en la estructura de la población boliviana:
“En Bolivia se han implementado políticas públicas importantes focalizadas en los pobres, por ejemplo un seguro agrícola gratuito que protege de las lluvias, heladas y sequías a las provincias y municipios más abandonados”, afirmó García Linera.
Anunció que de 68 en los que arrancó el programa esperan llegar a los 340 municipios de todo el país. También se refirió a la pensión solidaria para los no asalariados. “En Bolivia, la mayoría no tiene un salario fijo, más del 60% de la población antes abandonada integra este mecanismo de pensión universal. Ese es el nuevo papel del Estado”, aseguró.