Desarrollo social: Resultados del sector

Abril 09, 2014


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Unos 420 estudiantes asisten a la  Escuela Kalbajar N.o 56 en el asentamiento de Masazy en la región de Absheron. El Banco Mundial ha ayudado a mejorar las condiciones de vida y las oportunidades de educación para las personas desplazadas internamente en Azerbaiyán.

Allison Kwesell / Banco Mundial

La superación de la pobreza no es solo un asunto de tener políticas económicas acertadas; se relaciona también con promover un desarrollo social que empodere a las personas, mediante la creación de instituciones y sociedades más inclusivas, cohesivas, resilientes y responsables. El Banco Mundial incorpora los principios del desarrollo social en sus operaciones de financiamiento.

Desafío

El desarrollo sostenible exige equilibrar las necesidades de la generación actual con las de las generaciones futuras, y constituye una creciente preocupación de la comunidad internacional. Hay tres factores cruciales —económico, ecológico y social— que predominan en los diálogos sobre crecimiento y reducción de la pobreza. En este sentido, la sostenibilidad social es un requisito fundamental para lograr un desarrollo a largo plazo que mejore significativamente la vida de los más pobres del mundo.

Las experiencias de desarrollo de los países clientes tanto del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) como de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) demuestran que superar la pobreza requiere más que solo tener políticas económicas acertadas. Muchas de estas sociedades son afectadas por situaciones de conflictos, fragilidad y violencia o desigualdad de oportunidades debido a factores de género, raza, etnia u otros. También problemas de gestión de gobierno, como la corrupción y la falta de voz y compromiso ciudadano, socavan la participación pública en la toma de decisiones en asuntos que inciden en el futuro de las comunidades.

Los países clientes del Banco Mundial enfrentan varios desafíos en esta área, tales como aumentar la inclusión social, que permite que los segmentos vulnerables y marginados de la sociedad puedan opinar durante el proceso de definición de sus trayectorias de desarrollo; abordar el cambio climático y sus dimensiones sociales; los problemas de ‘fragilidad’ de los países, Estados y sociedades y sus efectos en los pobres; la rápida urbanización y su impacto en las sociedades en desarrollo, y los cambios revolucionarios en las tecnologías de la información y las comunicaciones. La labor del Banco Mundial en el tema del desarrollo social tiene como objetivo  ampliar la comprensión y los fundamentos analíticos necesarios para forjar instituciones inclusivas, cohesivas, resilientes y responsables.

Solución

El trabajo del Banco Mundial en materia de desarrollo social está destinado a apoyar medidas que permitan que las mujeres y hombres pobres, excluidos y vulnerables tengan igual acceso a oportunidades, contribuyan al progreso social y económico y se beneficien de este crecimiento. La búsqueda de soluciones a las necesidades comunes, la superación de las restricciones y la consideración de los intereses diversos ayudan a mantener la cohesión y prevenir los conflictos. El Banco también respalda la organización y el empoderamiento de las comunidades para demandar instituciones y proveedores de servicios más eficaces, eficientes, transparentes y con mayor capacidad de respuesta. Esta estrategia ayuda a las comunidades a enfrentar una serie de crisis y tendencias negativas, sin importar si estas son económicas, políticas o ambientales.

Para enfrentar estos desafíos, el Banco Mundial contribuye sustancialmente a programas y políticas basadas en la evidencia a través de:

  • Realización de análisis más completos y oportunos de los riesgos sociales y políticos, incluidos estudios sobre pobreza e impactos sociales;
  • Ayuda para entender mejor la resiliencia de las comunidades e instituciones frente a una serie de eventos naturales o causados por el hombre, como crisis económicas, cambio climático, desastres naturales o conflictos violentos;
  • Fortalecimiento de los vínculos entre los ciudadanos y sus representantes en el Gobierno y promoción de estructuras públicas que respondan mejor a las necesidades de los prestatarios y que sean más responsables;
  • Empoderamiento de las comunidades entregándoles el control de las decisiones y los recursos destinados a reducir la pobreza mediante la aplicación del enfoque de desarrollo impulsado por la comunidad (CDD, por sus siglas en inglés);
  • Profundización de los impactos positivos, mitigación de los efectos negativos y manejo de los riesgos sociales y políticos, incluido el cumplimiento de las políticas de salvaguardia social del Banco sobre pueblos indígenas y reasentamiento involuntario, e
  • Incorporación de los aspectos de género y garantía de que las operaciones incluyan esta temática. 

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Bangladesh ha logrado ya uno de los principales objetivos de desarrollo del milenio (ODM): la paridad de género en la escuela primaria y secundaria. El país ha hecho avances para conseguir la mayoría de los ODM, en parte, debido a los programas dirigidos a las mujeres, especialmente en las zonas rurales. Uno de los programas es “Notun Jibon – Nueva vida”, administrado por la Fundación de Desarrollo Social del país y que cuenta con asistencia del Banco Mundial. Hasta ahora, más de 1000 pueblos en todo el país se han beneficiado de este programa impulsado por la comunidad. Vea video en inglés.


Resultados

Una de las principales contribuciones de la AIF y el BIRF en los últimos años ha sido prestar mayor atención al desarrollo socialmente sostenible que apoya instituciones inclusivas, cohesivas, resilientes y responsables. Un elemento fundamental para lograr este compromiso ha sido el análisis social de alta calidad. A nivel global, este análisis constituye los cimientos de la comprensión por parte del Banco de los procesos de cambio social y político que traspasan fronteras, tales como la migración, los conflictos y los impactos sociales del cambio climático. A nivel de países, este análisis ayuda a entender e identificar las barreras sociopolíticas clave que dificultan la reducción sostenible de la pobreza. A nivel local, garantiza que los pobres obtengan la mayor cantidad posible de beneficios de las políticas y los proyectos financiados por el Banco.

Algunos proyectos de desarrollo social financiados por el BIRF y la AIF son:

Programa Global sobre Desplazamiento Forzado: el GFPD (por sus siglas en inglés) ha ayudado a mejorar los conocimientos y las operaciones en la región de Europa y Asia central. El programa proporcionó apoyo y asesoría técnica para la realización de un estudio (i) en Azerbaiyán sobre las personas desplazadas internamente  y los medios de subsistencia, cuyo objetivo fue obtener datos cualitativos y cuantitativos sobre pobreza, condiciones de vida y oportunidades económicas para tales habitantes. Este estudio contribuyó a diseñar una nueva operación financiada por la AIF de US$50 millones en el ejercicio de 2012 —el Proyecto de condiciones de vida y medios de subsistencia para las personas desplazadas internamente en Azerbaiyán—, destinada a mejorar las condiciones de vida y la independencia económica de este grupo de la población.

Centros Regionales de Excelencia en Desarrollo Social: estos centros (RCESD, por sus siglas en inglés) fueron establecidos para fortalecer la capacidad institucional de los países clientes de abordar las cuestiones de la sostenibilidad social de una manera integral, lo cual va más allá del cumplimiento de las políticas de salvaguardia y la mitigación de los impactos y se extiende a la identificación de los riesgos sociales y el mejoramiento de los posibles beneficios. Los RCESD ayudan a instituciones locales en Bangladesh, China, Colombia, India y Uganda que participan en la formación de capacidades para el desarrollo social en los países clientes, a través de diálogo sobre políticas, trabajo analítico, capacitación y servicios de consultoría. En América Latina, en tanto, se ha diseñado un curso sobre reasentamiento involuntario que se está incorporando en los programas universitarios de formación profesional.  

Análisis sociales de los países: los CSA (por sus siglas en inglés) determinan factores sociales y políticos cruciales que afectan las perspectivas de desarrollo y de reducción de la pobreza de un país. Estos, de diversas formas, pueden constituir la base de las operaciones del Banco Mundial y del diálogo con los Gobiernos. En 2011, un CSA realizado en la República de Moldova identificó la exclusión de grupos vulnerables (comunidad romaní, desempleados por largos periodos, residentes de poblados pequeños y personas con discapacidad) como un problema clave en el desarrollo social. Las conclusiones  de este estudio están presentes en el Informe de avance de la estrategia de alianza con el país para los ejercicios de 2009-2013, de mayo de 2011.

REDD+: compartir los beneficios con las comunidades locales y otras partes interesadas es un prerrequisito básico para tener iniciativas de programas de reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (REDD+) más equitativas. El análisis realizado por el Banco Mundial sobre los componentes y criterios principales de los sistemas sostenibles en los que se comparten los beneficios aportó información a las operaciones de REDD+ en África, tanto a nivel de políticas como de proyectos. En la República Democrática del Congo, la asistencia técnica en diversas opciones de participación en los beneficios (verticales y horizontales) fue fundamental para la integración de la problemática de la equidad en la planificación de la preparación del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (i). En Madagascar, el proyecto del Fondo de BioCarbono de REDD para el Corredor Ankeniheny Zahamena está elaborando un acuerdo integral de participación en los beneficios con diferentes comunidades locales ubicadas cerca del corredor. Ambos proyectos pretenden ofrecer a las personas que dependen de los bosques la oportunidad de participar de los ingresos y de otros beneficios generados por la disminución de las emisiones y de recibir recompensas por las actividades de custodia.

Entre los ejemplos de proyectos que incluyen temas de desarrollo social y que han sido posibles gracias al apoyo de la AIF, se pueden mencionar:

Viet Nam: el Proyecto de Modernización Urbana de Viet Nam (US$222,5 millones, con financiamiento adicional de US$160 millones de un préstamo para una inversión específica) fue lanzado en 2004 con el propósito de aliviar la pobreza en áreas urbanas mejorando las condiciones ambientales y de vida de los pobres mediante  una estrategia de CDD, que utiliza métodos de planificación participativa e influye en los procesos de planificación para hacerlos más inclusivos y favorables para los pobres. En cuatro ciudades, el proyecto apoyó iniciativas de mayor seguridad en la tenencia de tierras y el acceso a servicios básicos para familias de ingreso bajo. Hasta agosto de 2012, cerca de 2 millones de residentes de bajos ingresos contaban con  barrios remozados (más acceso a agua para 232 000 personas, servicio modernizado de drenaje y alcantarillado que sirve a más de 1 360 000 habitantes, mejor acceso a electricidad para unos 420 000 residentes y mejoras en un gran número de centros comunitarios y jardines infantiles). Se espera que las correspondientes obras en curso para modernizar la infraestructura básica favorezcan al menos a otros 2 millones de habitantes. Se han otorgado más de 50 000 préstamos para refacción de viviendas de familias de ingreso bajo en comunidades específicas, con una tasas de reembolso del 98 % y el valor de las propiedades en estas comunidades pobres ha aumentado entre dos y tres veces.

Rwanda: el Proyecto de Reintegración y Desmovilización de Rwanda (contribución total de la AIF de US$33 millones destinada a dos proyectos de préstamo de emergencia para recuperación) tuvo como objetivo ayudar a excombatientes a regresar a sus comunidades y reanudar una vida productiva desde el punto de vista social y económico. Hasta junio de 2012, se habían desmovilizado y otorgado prestaciones de reintegración a más de 36 500 de ellos, incluidos más de 23 500 miembros de las Fuerzas de Defensa de Rwanda y más de 10 000 integrantes de grupos armados de origen ruandés. El programa también ofrece apoyo adicional para la reincorporación de niños, mujeres y excombatientes con discapacidades y a  junio de 2012 había entregado asistencia a más de 13 000 excombatientes discapacitados y con enfermedades crónicas y a 849 niños.

India: el Proyecto de Educación Primaria de India (Sarva Shiksha Abhiyan o SSA) (US$1250 millones de la AIF destinados a dos préstamos para inversiones específicas) es un ejemplo de una iniciativa orientada a grupos excluidos que pretende fomentar la matrícula de niños provenientes de familias pobres y grupos marginales, tribales y con necesidades especiales. Ayudó al Gobierno a matricular a más de 17 millones de niños que no asistían a la escuela, entre ellos niñas, una primera generación de estudiantes de comunidades minoritarias o marginadas por largo tiempo y niños con necesidades especiales. El número de menores sin escolaridad disminuyó de 25 millones a 8,1 millones (menos del 5 % del grupo etario de entre 6 y 14 años). Se identificó a unos 2,9 millones de niños con necesidades especiales que fueron incluidos, por ejemplo, en centros residenciales y programas de educación en el hogar. Con estos esfuerzos, India avanza hacia su objetivo de asegurar que todos los niños puedan completar la escuela primaria. Y lo estará haciendo realidad mucho antes de 2015, el plazo fijado para los objetivos de desarrollo del milenio.

Contribución del Grupo del Banco Mundial

En los últimos cinco años (ejercicios de 2008 a 2012), el financiamiento del BIRF/AIF para proyectos de desarrollo social se elevó a US$4900 millones.

Cerca de la mitad del financiamiento para desarrollo social del BIRF/AIF durante este periodo se centró en el tema de la participación y el compromiso cívico, seguido de la prevención del conflicto y la cuestión del género.



India: Proyecto de Educación Primaria en India (i) (Sarva Shiksha Abhiyan o SSA) (US$1.250 millones de la AIF destinados a dos préstamos para inversiones específicas). Es el ejemplo de una iniciativa orientada a grupos excluidos que pretende fomentar la matrícula de niños provenientes de familias pobres y grupos marginales, tribales y con necesidades especiales. Ayudó al Gobierno a matricular a más de 17 millones de niños sin educación, entre ellos niñas, primera generación de estudiantes de comunidades minoritarias o marginadas por largo tiempo y niños con necesidades especiales. El número de menores sin escolaridad disminuyó de 25 millones a 8,1 millones (menos del 5% del grupo etario de 6 a 14 años). Se identificó a unos 2,9 millones de niños con necesidades especiales que fueron incluidos, por ejemplo, en centros residenciales y programas de educación en casa. El acceso universal y la paridad de género ya están cerca de lograrse. Con estos esfuerzos, India avanza hacia su objetivo de asegurar que todos, niños y niñas sin distinción y en cualquier lugar del país, puedan completar la escuela primaria. Y lo estará haciendo realidad mucho antes del plazo de 2015, fijado para los objetivos de desarrollo del milenio (ODM).

Contribución del Grupo del Banco Mundial

En los últimos cinco años (ejercicios de 2008 a 2012), el financiamiento del BIRF/AIF para proyectos de desarrollo social se elevó a US$4.900 millones

Cerca de la mitad del financiamiento para desarrollo social del BIRF/AIF durante este periodo se centró en el tema de participación y compromiso cívico (que incluye desarrollo impulsado por la comunidad), seguido por prevención del conflicto y género.

Asociados

El Banco Mundial está en condiciones de usar su poder de convocatoria y amplia variedad de alianzas y contribuir así a avanzar en el programa social. Trabaja con diversos ministerios -como finanzas, asuntos sociales, asuntos internos/nacionales, planificación, obras públicas, gestión de recursos naturales y agricultura-, y organismos de coordinación nacional en la lucha contra la pobreza. En cuanto al trabajo analítico, el Banco se ha asociado con redes académicas y de investigación tanto a nivel internacional como en países específicos. Su labor en los ámbitos de fragilidad y conflicto, género y cambio climático ha significado forjar asociaciones con organizaciones multilaterales como Naciones Unidas (ONU) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como con contrapartes de entidades bilaterales de desarrollo (el Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Japón, Noruega, Suecia, Finlandia, entre otros). Otros asociados importantes en su trabajo en pro del desarrollo social son algunas organizaciones no gubernamentales de desarrollo global, como grupos medioambientales y organizaciones de pueblos indígenas y ayuda humanitaria. 

Próximos pasos

Debido al persistente desafío de la pobreza, en una época en que hay cada día más personas necesitadas tanto en los países de ingreso mediano como en los Estados pobres y frágiles, los principios del desarrollo social de inclusión, cohesión, resiliencia y rendición de cuentas estarán siempre incorporados en toda la cartera del Banco Mundial. La institución y sus países clientes deberán trabajar de manera más integral para abordar las oportunidades, riesgos y resultados y así garantizar la sostenibilidad social de las políticas y actividades operacionales. Un marco sólido para el seguimiento de los resultados respaldará la formulación de políticas y programas basada en pruebas.

A la luz de los importantes desafíos que enfrentan los países clientes, el sector del desarrollo social seguirá haciendo un esfuerzo concertado para integrar la voz y la inquietud de los pobres en el proceso de desarrollo. Para los países de la AIF, esto significa abordar los problemas de vulnerabilidad, exclusión, aislamiento, violencia, instituciones que no rinden cuentas y falta de representación, todos aspectos fundamentales para superar la pobreza. En el caso de los países del BIRF, hay factores que exigen la adopción de mejores estrategias para manejar situaciones de crisis e incertidumbre, entre ellos mayor participación, impugnaciones y exigencias de rendición de cuentas, presencia constante de conflictos, políticas identitarias y fragilidad. La rápida urbanización, la creciente pobreza en las ciudades debido a la migración, la inseguridad y la violencia en asentamientos informales/barrios de tugurios exigen replantearse el modo de tratar los temas de pobreza, informalidad, privación y dignidad humana.

Beneficiarios

Bangladesh ha logrado llegar a las mujeres, en especial de zonas rurales, a través de varios programas de desarrollo. Uno de ellos es “Notun Jibon – Nueva vida”(i), administrado por la Fundación de Desarrollo Social del país, con asistencia de la AIF. Hasta ahora, más de 1.400 poblados se han beneficiado con este programa impulsado por la comunidad, el que ha entregado infraestructura vital para las aldeas, como escuelas, caminos y puentes y agua potable. En el marco de esta iniciativa, miembros de comités elegidos en los poblados deciden y supervisan las necesidades de la comunidad. Las mujeres obtuvieron un sorprendente 80% de todos los cargos directivos, hasta entonces controlados por hombres.

Beauty Ara, de Mohodipur, distrito de Gaibandha, es miembro de una comunidad favorecida. Ella afirma que hubo un cambio drástico en el rol de la mujer en el país. Como una niña criada en Bangladesh, su familia ni siquiera la dejaba asistir a la escuela. Ahora, participa en el proceso de toma de decisiones de su aldea y dice que trabaja para asegurar que todos, tanto hombres como mujeres, tengan las mismas oportunidades de recibir educación y postular a un empleo.

Morsheda Akhter Mili es del poblado de Ajhupipar, que también participó en el programa. Comenta que su aldea progresa constantemente. “Queremos embellecer con plantas los caminos que se están construyendo. Queremos ganar dinero cultivando peces en los estanques que nos arriendan en la aldea. Con nuestra organización, queremos instalar un almacén central donde cada uno pueda comprar lo que necesita. Ese es nuestro sueño”.

 

MULTIMEDIA

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17 millones
de niños que no asistía a la escuela fueron matriculados en la educación primaria en India, entre ellos niñas, una primera generación de estudiantes de comunidades marginadas por largo tiempo y grupos minoritarios.




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