BRASILIA, 3 de junio de 2011 - Brasil y el Banco Mundial han renovado su alianza estratégica con miras a derrotar la extrema pobreza en el país amazónico –un problema que impacta a más de 16 millones de brasileños, negándoles oportunidades para progresar y prosperar.
El Presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, se unió a la campaña brasileña contra la pobreza anunciando un nuevo financiamiento del Banco para el año próximo de más de US$6,000 millones – casi el doble de su compromiso actual – para respaldar programas para el desarrollo y un crecimiento económico continuo, especialmente en la región menos desarrollada, el nordeste de Brasil.
Este nuevo financiamiento del Banco encaja como anillo al dedo con el reciente lanzamiento del plan 'Brasil Sim Miséria' de Dilma Rousseff, que busca eliminar la indigencia aumentando el ingreso de las familias pobres, mejorando su acceso a los servicios básicos y oportunidades económicas. Alrededor de 16.2 millones de brasileños – 40 por ciento de ellos niños – se beneficiarán de este programa, según autoridades brasileñas.
Además de respaldar a la población más vulnerable de Brasil, los nuevos recursos financieros del Banco ayudarán a consolidar el papel económico global del país.
"Proporcionar iniciativas financieras equitativas a países como Brasil es importante para mantener la reciente tendencia mundial de crecimiento, en donde casi la mitad del mismo tiene lugar en países en desarrollo," dijo Zoellick, agregando que el nuevo financiamiento podría aprobarse definitivamente tan pronto como en julio, a la espera de conversaciones con autoridades del gobierno. Actualmente, el Banco Mundial tiene una cartera de US$13,300 millones en préstamos pendientes con Brasil, abarcando proyectos en 19 de los 27 estados brasileños.
Zoellick obtuvo información de primera mano respecto a la iniciativa contra la pobreza de Rousseff durante el lanzamiento del plan en el Palacio de Planalto, al que asistió en calidad de invitado de honor, junto a congresistas, ministros y líderes políticos y empresariales. "Tal vez el mayor mérito de nuestro programa sea que marca la pauta de nuestro compromiso colectivo por luchar todos los días para que no haya pobreza en Brasil," dijo Rousseff.
Respaldo al noreste brasileño
Casi la mitad del nuevo financiamiento del Banco estará destinado a mantener el impulso de crecimiento en el nordeste brasileño, la región menos desarrollada del país pero también la de más rápido crecimiento. La gran mayoría de los pobres brasileños – el 60 por ciento – vive en en nordeste, de acuerdo a autoridades. Alrededor del 40 por ciento tienen menos de 14 años de edad.
Por lo tanto, no es de extrañar que la mayor parte del nuevo financiamiento sirva para apoyar programas educativos y proyectos sociales y de infraestructura claves, dijeron funcionarios del Banco Mundial. Asimismo, estas iniciativas deberían fomentar un mayor desarrollo de los mercados y una mayor competencia en la región, agregaron.
"Esperamos poder aprovechar el círculo virtuoso en el nordeste para continuar promoviendo el desarrollo de esa región. Por primera vez, la región crece a un ritmo mayor que el resto del país, por lo que debemos reforzar esa tendencia," dijo el director del Banco Mundial para Brasil, Mahktar Diop.
De manera más amplia, el Banco espera que Brasil consolide su papel regional como motor de crecimiento del siglo XXI, sustentado no solo en las ganancias extraordinarias provenientes de las materias primas, sino también en la producción de valor agregado – a la par de la mayoría de economías desarrolladas.
"En los últimos tiempos, a Brasil le ha ido muy bien con las materias primas, pero estos períodos de auge no suelen ser eternos," indicó Zoellick. "Sería importante que Brasil desarrollara otros sectores como el de servicios y manufacturas."
Zoellick encabeza una visita oficial de cuatro días a Brasil para ampliar la alianza estratégica con esta potencia económica regional. Su agenda incluye reuniones con autoridades brasileñas de alto nivel, líderes del sector privado y beneficiarios de proyectos, incluyendo a residentes de las 'favelas' de Río de Janeiro que están amparados por un plan de seguridad y mitigación de riesgo del Banco Mundial. Zoellick también jugó un papel clave en la Cumbre de Alcaldes C40 en Sao Paulo.
Una agenda más ecológica
Durante la importante reunión ambiental, Zoellick anunció una nueva alianza con las metrópolis más grandes del mundo, que ayudará – dijo – a acelerar los esfuerzos de las mismas por reducir sus emisiones de carbono y estar más preparadas ante el cambio climático.
Contrariamente al imaginario popular, los efectos del cambio climático no se limitan al derretimiento de glaciares, ascensos en el nivel del mar y cambios dramáticos en los patrones climáticos, dijo Zoellick. De hecho, las grandes ciudades también tendrán que pagar un precio alto por la mitigación del cambio climático. Según cálculos del Banco, las ciudades del mundo – que producen el 80 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) – deberán pagar unos US$60,000-US$80, 000 millones por año hasta 2050 para mitigar el cambio climático en sectores críticos como el suministro de agua, áreas costeras e infraestructura.
"Esta alianza con el C40 es una extensión natural de nuestra relación con cada ciudad del C40. Para simplificar nuestra capacidad de brindarles servicios a todos ustedes, iniciaremos un sistema de ventanilla única para ciudades, para que puedan hacerse una idea mejor, en un único lugar, de los programas de desarrollo de capacidades, asistencia técnica y financiamiento disponibles por parte del Banco," dijo Zoellick dirigiéndose a una gran audiencia de autoridades citadinas y líderes globales, incluyendo al ex presidente Bill Clinton y al alcalde de Nueva York y líder del C40, Michael Bloomberg.
Al firmar el acuerdo por parte del C40, Bloomberg recalcó que "esta alianza única con el Banco Mundial ayudará a solucionar muchos de los problemas que enfrentan las ciudades al momento de obtener financiamiento para proyectos relacionados con el clima, tanto del Banco como de otros prestamistas. También hará que sea más fácil para las ciudades del C40 acceder a los recursos del Banco Mundial."
Zoellick agregó que el acuerdo, aprobado en un memorando de entendimiento entre las partes interesadas, se focalizará en dos áreas clave para el cambio climático: 1) desarrollo de planes de acción y estrategias citadinas para el clima, donde el Banco ayudará a preparar estrategias estandarizadas de bajo carbono, estrategias de mitigación y adaptación; 2) desarrollar informes estandarizados sobre las emisiones de efecto invernadero de las ciudades, mediante métricas internacionales comunes.
El Banco Mundial ya ha invertido más de US$15,000 millones en las ciudades del C40, incluyendo a Brasil, México y Argentina. Asociado al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y a UN-Hábitat, el Banco elaboró una normativa internacional para informar sobre las emisiones de GEI, a través de métricas internacionales comunes que ayudarán a las ciudades a medir el progreso hacia el logro de sus objetivos y, de manera más importante, faciliten el acceso al financiamiento privado para la mitigación y adaptación al clima. Por ejemplo, en Río de Janeiro el Banco Mundial está fortaleciendo el respaldo a un programa de asistencia para una 'ciudad ecológica' que incluye la medición de emisiones y apoyo para las métricas y capacidades de la ciudad.
El Fondo para una tecnología limpia manejado por el Banco ayudó a financiar sistemas de transporte público eficientes en la Ciudad de México y Bogotá, brindando servicios a los pobres a la vez que reducía las emisiones de GEI, dijo Zoellick.
