Los ojos pican, la garganta se reseca y la nariz se congestiona: eso suele pasar en la capital mexicana cuando empeora la calidad del aire.
Hace apenas unas semanas, alrededor del 20 de febrero, se declaró una precontingencia ambiental en el Distrito Federal. Se recomendó evitar los ejercicios f'isicos al aire libre y se prohibieron las actividades escolares fuera de las aulas.
Sin embargo, en el Distrito Federal como en todo México, se están haciendo muchos esfuerzos para disminuir las emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero. Con transportes públicos como el Metrobus e iniciativas como los Ecobicis, se trata de hacer más fácil que la gente use opciones diferentes al carro para trasladarse.
También se impulsaron iniciativas de eficiencia energética como la repartición de cerca de 23 millones de focos ahorradores gratis a los mexicanos – una iniciativa que le valió un récord Guinness al país.
No es un asunto menor: la mayor cantidad de emisiones en el país es producto de la generación de energía, según la estrategia nacional de cambio climático en México. Y en total, las emisiones de gas a efecto invernadero han crecido 33% entre 1990 y 2010.
“En México estamos instrumentando medidas contundentes para reducir nuestras emisiones, porque sólo así tenemos la fuerza moral de pedir aquí, en este foro, que todos los países asuman de manera responsable el compromiso que les corresponde”, dijo Secretario Juan José Guerra Abud en el COP19 en noviembre 2013.
No es solamente un problema de México, sino de todo el planeta. Si no se hace nada, la temperatura global podría aumentar hasta en 4 grados Celsius para 2100, según un informe del Banco Mundial. Esto significaría más olas de calor, menos rendimiento agrícola y una acidificación de los océanos.
“El cambio climático es el reto más grande que vamos a enfrentar como comunidad global. Es sin duda, el mayor reto que enfrentaremos como seres humanos en este siglo.” dice Luis Alfonso Muñozcano, Director General Adjunto para proyectos de cambio climático de la SEMARNAT, la Secretaría del Ambiente y los recursos Naturales de México..
Esta semana se reúnen en la Ciudad de México los integrantes de la Partnership for Market Readiness (PMR), una alianza de preparación para los mercados de carbono organizado por el Banco Mundial en la cual participa México. Su objetivo es ayudar a los países a transitar hacia una economía baja en emisiones carbono a través de mecanismos de mercado.
"El PMR es una plataforma que permite a los países desarrollados y en desarrollo el intercambio de las mejores prácticas en su camino hacia una vía de desarrollo más sostenible. Hoy en la Ciudad de México, vemos un enorme impulso a la acción, con países como México adoptando medidas concretas de mitigación ", dijo Xueman Wang, líder del equipo de PMR.
Esta alianza apoya México por ejemplo en actividades de sistemas de movilidad urbana integrados, gases refrigerantes menos contaminantes y comunidades urbanas sostenibles. En Costa Rica, las actividades se concentran en llegar a una neutralidad de carbono y en Chile en la potencial implementación de un esquema de comercio de derechos de emisiones en el sector de la energía.